A través de los bordados, el material, los colores y los peculiares estilos plasmados en los productos que viste cada nacionalidad kichwa existente en Ecuador. Rafael Cachiguango nacido en la ciudad de Otavalo y radicado hace 7 años en Riobamba, da a conocer acerca de los productos otavaleños que, por su habilidad textil, elabora y comercializa vestimentas u objetos tradicionales de su ciudad natal.
Otavalo es una ciudad que acoge dos lenguas: el castellano y kichwa. Cada persona mantiene una identidad propia en el idioma, vestimenta, costumbres y tradiciones que representa en cualquier parte del mundo, dijo Rafael. “los productos que fabrico los vendo en la Plaza La Concepción, el material que compro vienen de otros países y los confeccionamos junto con mi esposa en un tiempo determinado”.
“El material que se utiliza para elaborar collares, manillas y aretes, es el Mullo de la Amazonía, el tiempo de fabricación es de 3 horas. Los collares grandes tienen 1 libra de mullo, las manillas rojas pequeñas que compran para niños demanda de mucho tiempo, pero son las más vendidas porque se tiene la creencia de que alejan del espanto”, explicó Rafael.
La vestimenta típica como los ponchos, anacos, suéteres, fajas están hechas a base de tela de alpaca y lana de borrego. “En la ciudad si adquiere la gente indígena nuestros productos, son idénticos al de nuestra cultura y visten casi igual, los turistas también compran nuestras artesanías, los precios varían están entre 15 a 23$.” dijo.
Los hombres otavaleños, tiempo atrás mantenían el cabello largo recogido en una trenza como rasgo de identidad, reflejando una elegante apariencia en la ciudad. Por la acelerada globalización y los nuevos grupos sociales que trajeron consigo cambios, empezaron a ser criticados y señalados por su cabellera que tuvieron que cortarse algunos hombres, pero otros mantienen la cultura, explicó Jaime Sisa comerciante de la localidad.
Ante la situación mundial por el coronavirus Covid-19 se paralizó el sector comercial. Todos los miércoles y sábados en la plaza la concepción se encontraba a varios comerciantes que ofrecían vestimenta indígena, ahora se augura salir invictos de esta pandemia para volver a apreciar el legado cultural.
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