Ahora que el mundo está en pausa, que hemos vuelta a comer juntos, como antes. Ahora que pasamos más tiempo en casa y que nos vemos hasta en la comida. Ahora que volvieron los juegos de mesa, ahora que nada es tan urgente y que toda comida es un banquete. Es el momento de estar más unidos, todos, sin excepción, cuidándonos, agradeciendo por lo poco o mucho que tenemos, porque lo más importante no es lo que ponemos sobre la mesa, sino quienes están sentados alrededor.
¡No perdamos las esperanzas!
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